¿Alguna vez has convivido con un corredor un lunes a la primera hora del día?
Un lunes para un runner es un día muy singular. Para algunos runners por el hecho de que es el primero de los días del plan de entrenamiento, una nueva semana con un nuevo objetivo. Para otros pues es el instante de comprobar los resultados de la carrera de el día de ayer “domingo”.
De lo que estoy seguro es que no los vas a ver llegar con cara de😠. Todo lo opuesto, un runner llega al lunes con cara de dicha y felicidad, con optimismo y mucha vitalidad. Un corredor encara el día, cualquiera que sea, con una actitud positiva.
Correr te hace Feliz
Practicar deporte y de manera especial practicar el running produce en tu organismo un estado de bienestar que te va a hacer no solo sentirte mejor contigo sino más bien asimismo con el resto del planeta. Es una sensación que no puedes evitar y que “te engancha”.
Es común vernos arrancar la semana contando nuestras batallas del fin de semana, compartiendo nuestras proezas, deseando que el resto conozca nuestros logros. A un runner le encanta predicar, tal y como si de un misionero se tratase. Nos sentimos llenos de energía, brillantes de vitalidad y deseamos que el resto conozcan el motivo y puedan gozar tanto como nosotros mismo.
No nos tomes por el habitual pesado que solo pretende alardear de haber corrido diez, veinte o cien kilómetros. De veras que no lo hacemos con esa pretensión. Un runner es como el marinero que desde lo más alto del mástil del barco grita tierra al descubrir una pequeña isla en la mitad del océano. Es un grito de dicha. Ha descubierto tierra y desea que el resto asimismo la vea y sea feliz.
Sencillísimo, las culpables son unas proteínas que fabricamos en nuestro organismo y que todos conocemos como Endorfinas, son péptidos opioides endógenos que marchan como neurotransmisores. Son generadas por la glándula pituitaria y el hipotálamo. Las endorfinas son afines a los opiáceos en sus efectos calmantes y de bienestar.
Un incremento de endorfinas en el organismo nos ayuda a aguantar el dolor e incrementar nuestra sensación de bienestar. Sus efectos son equiparable a los del opio o bien la morfina. La diferencia está en que las endorfinas, sin ser drogas, nos generan esas sensaciones de una manera natural.
Los niveles de endorfinas son mayores cuando efectuamos ejercicio, en el momento en que nos excitamos o bien cuando sentimos dolor. Asimismo reaccionamos produciendo un mayor número de endorfinas con el consumo de comestibles picantes o bien con el consumo de chocolate. ¿Te suena verdad?
Hay otras situaciones que hacen que se nos dispare el nivel de endorfinas, como en el momento en que nos enamoramos o bien cuando tenemos relaciones íntimas. De tanta dicha se nos queda cara de “tontos”.
Siempre y en toda circunstancia se ha dicho que el running actúa como un antidepresivo, mejorando tu estado de ánimo y subiendo tu autoestima.
Ahora comprendes por qué razón los corredores nos sentimos tan motivados y expectantes de salir a correr.